Por: Carlos Jelambi @FanDeHistorias
Tras interpretar el amigo ciego de AnselElgort en Bajo la misma estrella, Nat Wolff(Quentin/Q) prueba que tiene material para ser protagonista, cosa que resulta difícil con un rol de un chico bueno, perfectamente normal, que esta obsesionado con una chica. Esa chica es Margo/M(Cara Delevigne), quien es vecina de Q desde los siete. De chicos fueron amigos, pero ahora que están por graduarse es evidente que han tomado caminos distintos. Ella es la más popular de las populares y él es, bueno, un chico más. Q solo puede fantasear con M hasta que un día se le aparece en la ventana y da inicio al comienzo de una aventura.
Ciudades de papel es la segunda adaptación a la pantalla grande de una novela de John Green, luego del éxito critico y taquillero de Bajo la misma estrella en el 2014. Aquella manejó su temática con humor y honestidad suficiente para afectar emocionalmente a la mayoría de los espectadores; Paper Towns, no tanto.
El principal problema con Ciudades de papel es que sufre de la misma metáfora de la cual nace su título: Margo, interpretada con naturalidad y un toque de chica ruda por Cara Delevingne, señala que para ella su mundo es una fachada, está hecho de papel. “Una ciudad de papel para una chica de papel.” Y sucede lo mismo con la película. Por la superficie parece la historia de un chico obsesionado con una chica misteriosa, pero en verdad es una buddy movie(cinta de amigos). Podría tomarse como la versión adolescente de Stand By Me(reseña).
De todas formas Ciudades de Papel tiene algo en ella, probablemente gracias al trabajo de sus guionistas Scott Neustadter y Michael H. Weber. El libreto es valiente para aventurarse más allá de la cultura popular de Twitter. Como resultado, esta puede ser la única cinta adolescente que haga tributo a la poesía de Walt Whitman y a la música introductoria de Pokemon.
Por eso es interesante que con esta premisa la estrella no sea Cara Delevingne, aun cuando su actuación es más que convincente. La chica tiene talento, pero quienes destacan son el trío de amigos conformado por Q, el hablador con cara de bebé Ben(Austin Abrams) y el siempre preocupado Radar(Justice Smith). Es un bromance de tres partes con una clave importante: ellos hablan y reaccionan hacia el mundo como adolescentes que uno podría conocer, y no como estereotipos.
La construcción del tema de ver a las personas mas allá de su fachada publica y no como una fantasía es una lección aplicada de muy buena forma. Esta es una película adolescente que tiene mas cosas en común con Perdida que con El club delos cinco.
Ciudades de papel es mitad drama adolescente, mitad roadtrip. Funciona mejor la segunda parte, pues se siente la amistad entre los chicos y hay bastante para reír. Pero resulta poco creíble pensar que alguien en verdad haría una viaje para buscar a una chica con la cual fantasea, y más aún cuando ella es tan despreocupada que difícilmente le agarramos cariño. Ni hablar de sus padres.
La banda sonora contiene la versión actual de melodías que hubieras escuchado en una cinta de John Hughes. Hay la cantidad suficiente de narración y, una vez que sabemos lo que sucedió con Margo, basta con decir que se siente correcto.
El golpe final no llega a ser más que una cortada de papel, pero con lo que logra en el camino es suficiente.
Ciudades de papel obtiene un 3/5.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario