Hasta hace una semana no me había adentrado en la
Australia post-apocalíptica de George Miller. La nueva entrega es una a la cual le tengo el ojo puesto desde
los anuncios del reparto; los trailers fueron poco a poco generando una
incertidumbre en mí, ya que aún no me decidía si lo que estaba frente a mí me
causaba interés o repulsión. Terminó por ser la primera. Según tengo entendido,
no hace falta ver las anteriores películas de Mad Max para entender la nueva –algo lógico, pues la última salió
hace treinta años. No obstante, en un esfuerzo por llegar preparado para Fury Road, logré sumergirme en este
alocado y visionario mundo, viendo las dos primeras de la saga en la semana. Aquí, unas
breves reseñas de cada una:
Mad Max(1979) fue la primera película en introducirnos a Mel
Gibson como estrella. Teniendo a George
Miller como mente maestra, la historia se sitúa en un futuro quizá no tan
lejano, en donde la gasolina y el agua se encuentran en estado crítico,
llevando a grupos de personas a convertirse en nómadas, algunos bastante locos.
La historia se trata, en teoría, de Max Rockatansky un policía de
la carretera, quien, cuando a los malos se refiere, "no cree en
nadie". Él es causante de muchos accidentes en los cuales los
delincuentes terminan en el hospital o tres metros bajo tierra. Sin embargo,
debajo de toda esa capa de rudeza se encuentra un hombre de familia con temores.
Esos temores lo llevarán a tomarse un tiempo de su trabajo, y la familia se
verá en peligro por excéntricos villanos que buscan venganza.
Mad max es una película , en líneas generales,
entretenida. Las escenas de persecución están muy bien hechas para no contar
con la tecnología de hoy. Los malos son muy raros, pero no se observa bien la
razón. La historia central tarda un poco en despegar y la trama se ve cargada
de diversas escenas innecesarias. Desde el primer momento, Max resulta un
personaje interesante, solo que, por más extraño que suene, es un protagonista
que no sale lo suficiente en la pantalla.
Puntuación: 6/10
En Mad Max 2: El guerrero de la carretera se
narra(literalmente) la historia de cuando Max Rockatansky se topa con un grupo de
personas extrayendo restos de petróleo. Al principio, la gente piensa que Max
es uno de los pandilleros nómadas comandados por "Señor Humungous".
Pero después de que estos lanzan una amenaza y no sin pedir algo a cambio,
"El guerrero de la carretera" decide ayudar a las personas a escapar.
Con esto, ellas cambian su perspectiva hacia el héroe.
En esta ocasión sí vemos lo suficiente al
protagonista, quien cada vez se vuelve más rudo. Lo genial es que no es rudo en
el sentido actual( e imposible), sino que sigue siendo un ser humano vulnerable
tanto física como emocionalmente. La tensión generada en las secuencias de
acción es tal, que me encontré constantemente temiendo por la vida de Max. Amo
cuando eso pasa. En esta entrega se expande el mundo creado por Miller, los
locos se tornan más locos, las necesidades son más evidentes y la trama es más
emocionante e impredecible.
Poniéndome en los zapatos de las personas de la época,
pienso que esta entrega es de las más influyentes(de acción) en la historia del
cine. Mad Max 2: The Road Warrior es más grande, ruidosa e intensa, exactamente
como una secuela con mayor presupuesto debe ser.
8.5/10
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