Por: Carlos Jelambi
De la mano del escritor-director de la inesperadamente buena X-Men: Primera Generación, y la no tan seria película del superhéroe urbano Kick-Ass; llega Kingsman: El servicio secreto. Su último trabajo combina las dosis adecuadas de acción y comedia, teniendo como resultado una inesperada, divertida y sobre todo, diferente, película de espías.
Eggsy(Taron Egerton) es un chico de 18 años, cuyo núcleo familiar consiste en una hermana bebé y una madre que es golpeada y abusada por el matón de su novio. Su entorno lo ha llevado a desperdiciar su potencial y a convertirse en un caso perdido. Después de robar un auto, es sacado de la cárcel por Harry Hart(Colin Firth), un hombre bien vestido y misterioso que dice haber conocido a su padre, y que este le salvó la vida antes de morir. ‘Él pertenece a Kingsman, una organización internacional de espías que se esconde a simple vista y cuyo lema principal es ser un caballero. Las pruebas para eligir al nuevo caballero se acercan y cada miembro debe elegir un candidato con aptitudes para lograr la membresía. Eggsy es el elegido por Harry, y pronto se embarcará en la entrevista de trabajo más peligrosa del mundo. Al mismo tiempo, el excéntrico billonario Richmond Valentine(Samuel L. Jackson) tiene un ingenioso y malévolo plan para reducir drásticamente la población mundial. Estos espías intentarán todo por impedirlo, mientras una parte de su atención se concentra en las pruebas de admisión.
En unos años recordaremos a Kingsman como la película en la que Colin Firth pasó de interpretar a personajes dramáticos y muy bien educados a roles cargados de mucha acción. Como Liam Neeson en Taken, Firth despacha con credibilidad su particular set de habilidades para acabar con los malos, añadiéndole la elegancia que lo caracteriza y que lo hace perfecto para el papel. Él es todo lo que quieres de un misterioso agente; su personaje, Harry Hart, habla acerca de la importancia de vestirse bien y ser caballero, y en la escena siguiente está mandando a una banda de villanos al hospital.
Por el otro lado, Taron Egerton realiza su debut en la pantalla grande…y es magnífico. Es cómico, eléctrico y carismático, lo que le permite brillar, con un cierto aire a Tom Cruise, en el medio de un elenco rodeado por estrellas que no solo incluyen a Firth y a Jackson, sino también a Sir Michael Caine y a Mark Hamill.
El espíritu de 007 está por todos lados, pero el guión de Vaughn parece tener licencia para burlarse de él, al igual que de otras películas del género. Está cargado de muchas referencias directas e indirectas que harán reír y le traerán recuerdos al espectador. Kingsman es muy meta; se burla de sí misma y se podría decir que sus personajes saben que están dentro de una película con una historia bastante absurda. Esto se observa fácilmente cuando repiten en varias ocasiones “Esta no es ese tipo de película” haciendo referencia a las últimas películas de Bond que tienden a ser cada vez más serias. Matthew Vaughn trata de revivir las divertidas e inverosímiles escenas de los antiguos filmes de espías mediante la básica exploración narrativa adolescente de “¿Te imaginas si…?”. Lo vemos, por ejemplo, a través de la chica atractiva que corre con unas cuchillas en los pies. Sin embargo, nos encontramos con uno que otro “giro inesperado” que uno podría esperarse de una película de espías.
El trama de la historia está por todos lados. Eggsy tiene un archienemigo durante las pruebas que desaparece a mitad de la historia para luego reaparecer convenientemente hacia el final. También se pierde la dinámica con Roxy, una chica que también quiere ser admitida por la organización y con la cual creemos que el protagonista tiene una tensión amorosa, pero al final nada sucede- disculpen el spoiler-.
Al final del día Kingsman: The Secret Service es una película muy atrevida y divertida. La acción está filmada y coreografiada perfectamente, aunque de a ratos resulta más violenta de lo necesario. Una que otra escena puede que aleje a algunos espectadores. Posee también el mejor product placement que he visto en lo que va de año, para mi sorpresa, incluso mejor que el de Furious 7(reseña). La trama es absurda, ¿pero qué importa? Kingsman tiene clase y es divertida. Garantizo que cualquiera saldrá de verla sintiendo una necesidad de acudir al sastre.
“Los modales hacen al hombre.”
Puntuación: 7.4/10
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