Qué irónico
que una película llamada Focus(concentración)
nunca provea un foco para la audiencia. Gente atractiva en trajes caros que
realiza bromas y hurtos con ingenio; todo es glamour y diversión, hasta que ya no lo es.
Focus narra
la historia de Nick, un veterano
timador de una banda de ladrones en New Orleans que anticipa un gran trabajo en
el próximo Super Bowl. Él conocerá a Jess(Margot Robbie), quien aspira unirse al
negocio, suponemos que por el dinero. El dúo de guionistas-directores Glenn Ficarra y John Requa, en un esfuerzo por permanecer siempre dos o tres pasos
por delante de la audiencia, no da a entender las verdaderas motivaciones de
sus personajes. Así que observamos Focus a la distancia, admirando los aspectos
de su trama que son inteligentes y riéndonos de sus abusados giros.
Debido a que
en recientes años no le ha ido muy bien, entre la pesada 7 Almas, la olvidable Hombres
de Negro 3, y la desastroza After
Earth, Focus significa para Will Smith una oportunidad para ir ganando
nuevamente forma. Nick es un poco autoritario y con mucha labia, un personaje
que Smith puede interpretar mientras duerme. Recuerda un poco a Hitch, solo que sin el sentido de
nobleza del personaje. Él encuentra su camino en algunas escenas, como por
ejemplo cuando finge estar ebrio y molesto mientras que trabaja un engaño en
Buenos Aires, y luego se enfada y emborracha literalmente tras ver a Jess, a
quien había abandonado previamente, agarrada de manos con su jefe. Esto se
presenta como un giro, pero todos saben que va a suceder.
Para Margot
Robbie, Focus viene siendo un paso más para convertirse en una gran estrella.
Tras una hilarante interpretación de reparto en El Lobo de Wall Street, que supo hacerle frente a un grandísimo Leonardo Di Caprio, la actriz
australiana demuestra que tiene talento para actuar en el rol principal. No es
solo que tiene una belleza impresionante y es demasiado fotogénica, sino que
además posee un estilo destacable en la comedia, con una sutilidad tan poderosa
como su sex appeal.
Probablemente,
muchos escritores habrían usado a Jess(Margot
Robbie) en este rol de una talentosa y joven carterista que quiere ser
parte de un mayor negocio. Sin embargo, a mitad de la cinta se convierte en un
genérico(y forzado) interés amoroso.
Por más
vibrante que sean estos personajes, no hay mucho de ellos por encima de sus
glamorosas superficies, lo que dificulta involucrarse emocionalmente en si
terminan juntos o si esa conexión en las personas comunes es posible en este
mundo extraordinario. Nicky por lo menos tiene una historia de fondo sobre su
padre frío y distante, que pudiese explicar parte de su cinismo; en cambio, de
Jess no sabemos nada por su falta de caracterización.
Así que en
vez de estar involucrados en el material de la historia y en su posible
desenlace, nos sentamos a observar a carismáticos personajes timarse y
traicionarse incontables veces, llegando hasta el punto en que se pierde tanto
el hilo como el sentido. De a ratos es divertida, pero al final es tan vacía
como puede serlo.
Sabemos que en una
película como Focus que los
espectadores estamos siendo jugados por tontos. En teoría, eso es parte del
entretenimiento-tratar de mantenerse a un paso por delante de la acción y
fallar frecuentemente. Pero en Focus llega el momento en que ya es de esperarse
la duplicidad. El truco que hace a Jess una experta ladrona-su toque de
ligereza- es lo propio que el filme pierde hacia el final con lo rápido y
furioso que se muestran sus giros.
Puntuación:
5/10
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