Titulares

“España lloró con la historia de Azul y no tan rosa”: Ignacio Montes

Una barba densa trata en vano de poner velo al rostro aún púber del actor malagueño Ignacio Montes, quien recientemente se le vio mucho más adulto que su personaje Armando, de Azul y no tan rosa, al subir al escenario del Centro de Convenciones y Congresos Príncipe Felipe, en España, donde junto con el equipo de la película venezolana, recibió el Premio Goya a la mejor película iberoamericana.

Los dos largometrajes en los que ha participado “Nacho”, como le dicen cariñosamente, se han filmado fuera de su país. El primero, Solo quiero caminar (2008), fue una producción mexicana sobre el narcotráfico en la que hizo de hijo de Victoria Abril y compartió con el actor mexicano Diego Luna. Y Azul y no tan rosa, que rodó a los 18 años en Caracas. Ahora tiene 21 años y responde rápido y seguro, como los actores consagrados.

—¿Cómo fue el proceso de casting?
—Para la prueba me dieron la secuencia más emotiva y profunda de la película, donde tenía que enfrentarme a mi padre. Miguel Ferrari, el director, me contó un poco de la historia para que entendiera. Y cuando finalmente hice el casting, Miguel estaba llorando, súper emocionado. Entendí que le había encantado mi propuesta.

—¿Por qué decidió apostar a un filme extranjero, cuando en su país hay más experiencia en cine?
—La descripción que hizo Miguel (Ferrari) para convocar casting en España en febrero de 2011 fue hermoso. Me enamoré del proyecto. Le dije a mi madre: “Esto es increíble, quiero hacerlo”. Cuando me llegó el guión y lo leí me terminé de decidir porque trata temas tan bonitos. Sin saber nada de cine, mi madre lo leyó y lloró.

—¿Qué te parece el cine venezolano?
—He visto poco cine venezolano. Pero lo que sí es cierto es que veo los buenos comentarios que se hacen de la productoras, de los productos. Veo que hay películas venezolanas que están siendo bastante reconocidas internacionalmente y que han competido con norteamericanas en la taquilla nacional y que están teniendo mucho éxito. Es un cine que está creciendo, que tiene directores queriendo contar muy buenas historias, que ahora mismo se está apostando por él y es evidente que está en auge. Y lo más importante, que aquí en España no lo tenemos, es que la gente apoya su cine.


—¿En la gala de los Premios Goya ibas advertido de que iban a ganar?
—Teníamos la sensación de que podía ser. Porque confiábamos en nuestra película y en el trabajo que hizo Miguel y su gente para promocionarla , de hacer proyecciones para que los académicos la vieran y la gente también. Y en cada proyección para académicos la sala estaba llena y la gente aplaudía muchísimo, lloraba y eso da muestras de que gustó mucho.

—Estuvo meses en Caracas grabando, ¿que le pareció Venezuela?
—Cuando llegué me metieron mucho miedo por el tema de la inseguridad. Estaba muy alarmado. Pero me pusieron en un apartamento en un sitio bastante seguro y tuve la suerte de que Miguel vivía cerca y también el “Guille” García, con quien tuve una relación de un verdadero padre. Los fines de semana cuando no había rodaje, me llamaban para hacer algún plan y salir a conocer el país. Me encanta el carácter de los venezolanos. Tenía miedo de no encajar y para nada me sentí muy acogido por todo el equipo Carolina Torres se convirtió en una tía.


—¿En qué crees que debe avanzar tanto España como Venezuela para combatir la homofobia?
—Aunque acá (España) se aprobó el matrimonio igualitario y hay menos rechazo de la sociedad ante la comunidad gay, lésbica y transexual, sigue habiendo mucha homofobia. En Venezuela es un tema tabú, pero aquí siguen sucediendo noticias terribles. Hay, por ejemplo, personas se hacen pasar por gays en los portales de cita para luego citarlos, darles una paliza y matarlos. Por eso me sentí bien con este proyecto que invita a la tolerancia, al respeto y a la libertad de amar como cada quien lo decida, en Venezuela y en mi país y el mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Cine Club Venezuela Designed by Templateism.com Copyright © 2015

Imágenes del tema de hdoddema. Con tecnología de Blogger.