Rubén Blades cuenta cómo llegó a Hands of Stone de Edgar Ramirez

Rubén Blades no pudo rechazar una oferta de Robert De Niro, quien ayudó a convencer al afamado salsero a que lo acompañara en la cinta biográfica Hands of Stone, sobre el grande del boxeo Roberto Durán.

El director Jonathan Jakubowicz había intentado por años convencer a Blades de que hiciera el papel del manager de Durán, Carlos Eleta, en el filme. Blades había aparecido en la ópera prima del director venezolano, Secuestro Express (2005), pero estaba reacio a participar en porque se sentía demasiado cercano a Durán, a quien conoció cuando ambos eran unos adolescentes en Panamá.

“Conocí a Roberto Durán antes de que ganara el campeonato de peso ligero ante Ken Buchanan” en 1972, dijo Blades. “A él le encantaba la música y hubiese sido cantante si hubiera podido, pero él canta tan mal como yo boxeo, así que estamos bien en lo que hacemos”.

“No quería hacerlo porque me preocupaba que la gente en Panamá dijera, ‘¿Cómo pudiste hacer esta película?”, recordó Blades. “A nadie le gustan las películas sobre íconos”, agregó.

Pero entonces Blades fue invitado a ser jurado del Festival de Cine de Tribeca en 2013, fundado por De Niro, y tuvieron una conversación. “Me preguntó,¿Por qué no estás en la película?”, dijo Blades. En la cinta, De Niro interpreta al legendario entrenador de Durán, Ray Arcel. “Bob volvió loco a Rubén para convencerlo”, dijo Jakubowicz.

Blades aceptó reunirse con el director, quien prometió darle capas a su personaje para que no lo definieran ni como un héroe ni como un villano, y le aseguró que Durán sabía del guión.

Blades también se entusiasmó al ver que el actor venezolano Edgar Ramírez, más conocido internacionalmente por su laureada interpretación del terrorista Carlos El Chacal en la miniserie televisiva de 2010 Carlos, encarnaría a Durán. El reparto también incluye a Ellen Barkin como la esposa de Arcel, John Turturro como el promotor y mafioso Frankie Carbo, y el cantante Usher como Sugar Ray Leonard, el principal rival de Durán.

“Fui a reunirme con él (Jakubowicz) y le dije, `¿Cuándo voy a tener otra oportunidad de trabajar con el gran Robert De Niro?'. Así que acepté e hicimos la película”.