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Cuando la nominada al Oscar Jessica Chastain renunció en 2012 al proyecto de Diana: Cought in Flight se podía intuir que algo andaba mal con la película biográfica sobre la princesa de Gales.
Sobre todo porque la actriz había declarado meses antes al sitio web especializado Indiewire que para ella representaba un riesgo muy grande interpretar a una persona de la vida real en la gran pantalla, por lo que quería estar completamente segura de que el filme contaría una historia verdadera y de la manera correcta para aceptar el papel.
Ella misma se encargó de anunciar a través de su cuenta de Facebook que su reemplazo sería la también nominada al Premio de la Academia Naomi Watts, quien, a meses del estreno de la cinta, asegura arrepentirse de haberla protagonizado.
La declaración la dio a la edición de este mes de la revista Harper’s Bazaar, a la que dijo: “Fui seducida por un personaje fantástico. Diana hizo muchas cosas que tuvieron resultados tanto positivos como negativos. Ella fue multifacética”.
La película, dirigida por el cineasta alemán Oliver Hirschbiegel, se encuentra en la cartelera venezolana actualmente. La trama se pasea por los últimos dos años de vida de la princesa Diana, entonces divorciada del heredero a la corona británica, el príncipe Carlos. Está centrada en la supuesta relación de la llamada “reina de corazones” con un cirujano paquistaní llamado Hasnat Khan, interpretado en la ficción por Naveen Andrews, conocido por su trabajo en la serie Lost.
Poco sabía el mundo del supuesto romance entre ambos. Sin embargo, en 2001 se publicó el libro Diana: Her Last Love de Kate Snell, en el que se describe a Khan como el gran amor de Lady Di (con Dodi Al-Fayed solo estuvo durante el verano de 1997, cuando ambos murieron en un accidente de tránsito), hecho que el médico siempre negó hasta el año pasado, cuando se dedicó a atacar el biopic y a desmentir algunos hechos mostrados en él, aunque al mismo tiempo confirmó su relación con Diana.
Por el fracaso en taquilla del largometraje de 113 minutos de duración se ha culpado, entre otras cosas, a una interpretación demasiado acartonada de Watts, a unos diálogos aburridos y poco creíbles y a una historia que para los seguidores de la princesa no se ciñe a la realidad.
Jessica Chastain no estaba tan equivocada después de todo. Y Watts lo entendió apenas en estos días, pues, como dijo a Harper’s Bazaar: “Cada vez que uno se arriesga sabe que puede caer. Y si hay que hundirse con el equipo, pues adelante”.
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