El británico que firmó para protagonizar la popular adaptación de E.L. James aunque, por problemas de agenda, el papel acabó recayendo en las manos de Jamie Dornan. "Fue la peor experiencia profesional de mi vida", reconoce en V Man. También ha querido dejar claro que para nada fue porque tuviera miedo de las escenas de sexo.
"Fue la cosa más difícil y emocionalmente destructiva con la que he tenido que lidiar desde un punto de vista profesional. Me partió el corazón", continúa explicando Charlie Hunnam en la revista. La culpa la tuvo, curiosidades de la vida, su propio éxito. Hunnam estaba rodando la última teporada de Sons of Anarchy y ya se había comprometido con Guillermo del Toro para La cumbre escarlata. "Le había dado a Guillermo mi palabra [...] [Dejar Cincuenta sombras] fue profundamente desagradable y un reto emocional. Me enorgullezco mucho, mucho de ser un profesional y un hombre de palabra [...] Estaba pasando por un bache personal -debido en gran parte al fallecimiento de su padre- y eso me dejó en un estado emocional inestable y mentalmente vulnerable".
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